Hace algunos años, existía un límite bien diferenciado entre la escuela y la familia. Parecía que sus funciones no se complementaran puesto que la comunicación entre padres y profesores era prácticamente nula. Actualmente, el panorama educativo ha cambiado notablemente. Ahora se considera de vital importancia la comunicación de los profesores con las familias de los alumnos y, por ello, continuamente se conciertan tutorías y reuniones en las que los profesores informan a los padres sobre los progresos y posibles problemas que presenten sus hijos en la escuela.
Fuente: http://arduratu.info/familia-y-escuela-un-binomio-inseparable/
En mi opinión, es muy importante que se establezca este contacto escuela-familia, y viceversa, puesto que el niño se encuentra en estos dos contextos e interactúa con ellos y, por lo tanto, lo que experimente en cada uno de ellos tendrá su reflejo en el otro. Por ello, las familias deben ser conscientes de lo que sus hijos aprenden y viven en la escuela para poder continuarlo en casa y, así, conseguir que la educación sea más efectiva. Del mismo modo los profesores deben conocer la situación de cada alumno en sus familias para comprenderlos y adaptar el método de enseñanza a sus necesidades.
Fuente: http://arduratu.info/familia-y-escuela-un-binomio-inseparable/
En mi opinión, es muy importante que se establezca este contacto escuela-familia, y viceversa, puesto que el niño se encuentra en estos dos contextos e interactúa con ellos y, por lo tanto, lo que experimente en cada uno de ellos tendrá su reflejo en el otro. Por ello, las familias deben ser conscientes de lo que sus hijos aprenden y viven en la escuela para poder continuarlo en casa y, así, conseguir que la educación sea más efectiva. Del mismo modo los profesores deben conocer la situación de cada alumno en sus familias para comprenderlos y adaptar el método de enseñanza a sus necesidades.
No obstante, todos sabemos que la educación comienza antes de que el niño entre en la escuela. La educación comienza en las familias y en los valores que éstas inculquen a sus hijos. De esta manera, los padres deben encargarse de que el niño socialice de manera autónoma con los demás, puesto que esto ayudará en su integración con los compañeros cuando comience el colegio. También deben transmitirle los valores que, posteriormente, seguirá desarrollando en la escuela. Además, considero que es muy importante familiarizar al niño con la escuela, hablarle de ella, de lo que se hace allí, de las personas que estarán con él... Para que así el niño adquiera una imagen positiva de la escuela y no tenga miedo de incorporarse a ella cuando le corresponda.
Bajo mi punto de vista, de esta manera la relación entre la escuela y la familia comenzaría a consolidarse antes, incluso, de que el niño comience su enseñanza en el colegio. Una vez que esto ocurra, la relación escuela-familia debe estar presente desde el primer momento y continuarse a lo largo de todas las etapas educativas para conseguir que la educación de los niños sea efectiva y completa.
Termino esta entrada con una frase que resume muy bien esta reflexión: "Familia y escuela necesitamos compartir, no competir"- Óscar González, profesor de Educación Primaria y fundador del proyecto "Alianza Educativa".