Bueno, esta es mi última entrada y me gustaría hacer una especie de balance acerca de todo lo que ha supuesto la realización de este blog.
Como dije al comienzo, en la primera entrada, tenía buenas expectativas con esta asignatura porque sospechaba la utilidad que le podría dar a los conocimientos que aprendiese para el futuro. Y, hoy, sigo totalmente de acuerdo con esa idea ya que esta asignatura y la realización del blog me han ayudado y enriquecido al poder reflexionar sobre ciertos temas que quizá de otra manera me habrían pasado algo desapercibidos. Todos los temas sobre los que he hablado son asuntos que me han interesado de las clases, las exposiciones y los recursos que tenía a mi alcance sobre Educación y Sociedad, y que he intentado tratar de la manera más amena y completa posible.
Considero que todo este trabajo me servirá en mi futura profesión de docente y espero poder ejercerla correctamente gracias a estos conocimientos. Por la parte de Pedagogía, he aprendido mucho sobre las nuevas tecnologías y el amplio uso que se puede hacer de ellas en la enseñanza con los niños, saliendo así de los métodos tradicionales y altamente teóricos. Por la parte de Sociología, he comprendido mejor muchas situaciones que se pueden dar en el aula en las relaciones con los alumnos y entre ellos. Así como ámbitos de la educación que se mezclan con la sociedad, y viceversa, y cómo se influyen entre ellos.
Termino con esta frase que, en mi opinión, resume a la perfección mis conclusiones:
"La enseñanza debe ser por la acción. La educación es la vida; la escuela es la sociedad"- John Dewey.
A pesar de que ya traté una parte de este tema en otra entrada, El papel de la familia en la Educación, en esta ocasión voy a centrarme únicamente en la familia como tal, ya que considero que es importante establecer algunas líneas básicas en torno a este tema.
A lo largo de las generaciones, se han producido numerosos cambios y, especialmente, en los ámbitos de la sociedad. Podríamos decir que uno de éstos ámbitos es el familiar que, sin ninguna duda también ha cambiado enormemente. En estos cambios, no solamente se engloban los comportamientos, las formas de vida y el tipo de relación entre sus miembros, sino también la propia composición de la familia. Así, a pesar de que es indudable que el papel de las familias es
fundamental, sí existen numerosas controversias sobre
la definición de lo que es una familia en cuanto a su composición.
En clase se expuso un trabajo de equipo que plasmó a la perfección aquello de lo que estoy hablando. La evolución de las familias con el paso del tiempo ha desembocado en un cambio del predominio casi absoluto de la familia nuclear a la aparición de nuevos tipos de familia que cada vez se hacen más presentes en la sociedad. Entre estos nuevos tipos de familias encontramos la monoparental, formada por uno de los progenitores y los hijos; la familia reconstituida o mixta, en la que ambas partes de la pareja tienen hijos de uniones anteriores; la de padres separados, en la que los padres no son pareja pero se dedican conjuntamente al cuidado y educación de sus hijos; la homoparental, en la que los progenitores son una pareja del mismo sexo...
Como conclusión final, pienso que se debería tener muy en cuenta todo lo dicho anteriormente, ya que, a pesar de que ciertos tipos de familia no sean considerados por algunas personas como verdaderas familias, en realidad sí lo son. En mi opinión, la definición de familia debería ceñirse a los lazos emocionales, más que a los lazos de sangre, puesto que familia son aquellas personas que te acompañan a lo largo de la vida en cada una de las situaciones, buenas o malas, apoyándote y dándote cariño, confianza y felicidad. La definición de familia la creamos cada uno, en relación a nuestra vida y experiencias, y por lo tanto, nadie tiene derecho a criticar el tipo de familia que cada uno poseamos simplemente porque no se corresponda con la suya o con la de la mayoría.
En una de las entradas anteriores ("El acoso escolar") hablaba de la educación en valores como prevención a las situaciones de acoso escolar. Pero, ¿qué son los valores? ¿Se pueden inculcar o se adquieren a lo largo de la vida?
Los valores son aquellos principios y creencias a través de los cuales orientamos nuestro comportamiento. Es decir, podríamos decir que son la base de nuestra persona en función de la cual adoptamos unas conductas u otras. Por lo tanto, según esto, será fundamental que dichos valores se adquieran y, además, de manera correcta, ya que de lo contrario nuestro comportamiento distará de lo que se espera de nosotros como personas.
Además, existen muchos tipos de valores, como los personales, los socioculturales, los familiares, los morales... Pero lo más importante está en el cómo adquirirlos. Pues bien, los valores se adquieren a lo largo de la vida a través de las experiencias que vivimos y de las cuales aprendemos. Sin embargo, es importante que los valores también se inculquen desde la infancia, ya que guiarán el comportamiento de los niños durante los primeros años y etapas de su vida, además de servir como base para la construcción de su personalidad adulta.
Llegamos entonces a la educación en valores. Este tipo de educación va más allá de la formación académica, pues va dirigida a la formación como personas. Por ello, es importante que la educación en valores se realice tanto en la familia como en la escuela, una vez que los niños empiezan su aprendizaje en los centros educativos. Además, los valores no sólo se inculcan con palabras, sino más bien con hechos. Me refiero a lo que se suele llamar "predicar con el ejemplo", de tal manera, que el entorno del niño intente siempre actuar en base a los buenos valores para que, así, el niño lo entienda como un modelo a seguir y lo reproduzca. De la misma manera, debemos enseñar a los niños el equilibrio entre el sí y el no para que adquieran criterio y desarrollen su razonamiento; y el valor de los momentos y las experiencias de la vida, por insignificantes que parezcan, para que aprendan a aprovechar los momentos y no consideren el "tener" como algo por encima del "ser", sino al revés.
Como en otras entradas, hoy vuelvo a tratar el tema de las relaciones entre la escuela y las familias de los alumnos. Sin embargo, esta vez me centraré en dos opciones que están al servicio de dicha participación. Se trata de las escuelas para padres y de las AMPAS.
En primer lugar, las escuelas para padres son programas destinados a ayudar y orientar a los padres en su tarea como educadores de sus hijos. Estos programas son iniciativas que los centros emprenden de manera individual, es decir, no se trata de una institución del Estado. Además, en las escuelas para padres se tratan temas que ellos mismos eligen y se intenta aconsejar y poner soluciones a los posibles problemas que se planteen en la educación de los hijos.
En segundo lugar encontramos las AMPAS, o lo que es lo mismo, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos. Estas entidades se encargan de representar los intereses de los padres, madres y tutores legales de los alumnos en los centros escolares. Por lo tanto, también es una forma de participación por parte de las familias en la educación de sus hijos y, más concretamente, en la educación que reciben en la escuela.
En mi opinión, ambas opciones son interesantes y pueden suponer de gran ayuda para las familias de los alumnos. Por una parte, las escuelas para padres me parecen importantes ya que la función de los padres no es solamente criar y cuidar a sus hijos, sino también educarlos y, en muchas ocasiones, la segunda parte resulta difícil para las familias: o bien porque carecen de orientación y no saben bien cómo afrontarlo, o bien porque no lo consideran su tarea y lo dejan en las manos de los profesores y la escuela. La oportunidad de solventar este problema, junto con otros, mediante el diálogo y la posibilidad de compartir experiencias con otros padres considero que es muy productiva para ellos.
Por otra parte, las AMPAS también me parecen esenciales porque permiten la participación, digamos, "oficial" de las familias en la organización y el funcionamiento de los centros. Además, las AMPAS fomentan y colaboran con numerosas actividades escolares y extraescolares de los alumnos, acercándose por lo tanto a la educación de sus hijos.
En esta entrada voy a tratar un tema delicado que, desgraciadamente, está presente en muchas aulas y centros educativos y que se planteó en clase a raíz de un vídeo que adjunto a continuación. Se trata del acoso escolar, que es aquella forma de maltrato verbal, psicológico o físico que se produce repetidamente entre niños en la escuela y a lo largo de un tiempo prolongado.
El acoso escolar suele ser más frecuente entre alumnos que se encuentran entrando en la adolescencia o que ya son adolescentes y, por lo general, suele ser de tipo emocional. Sin embargo, existen varios tipos de maltrato o acoso escolar que han definido los profesores Aracel Oñate e Iñaki Piñuel y Zabala:
Bloqueo y/o exclusión social: este tipo de acoso tiene como objetivo el aislamiento social y la marginación de la víctima. Por ejemplo, prohibiciones de jugar en un grupo determinado o de hablar con la víctima, hacer llorar para que la víctima parezca flojo y débil
Hostigamiento: se trata de un acoso psicológico. Algunos ejemplos son la burla, el desprecio, la ridiculización, los motes, romper el material escolar de la víctima...
Manipulación social: se pretende distorsionar la imagen social de la víctima y poner a otras personas en su contra. Como consecuancia de ello, los demás niños también se suman de manera involuntaria al acoso y la imagen que la víctima tiene de sí mismo acaba distorsionándose también.
Coacción: se pretende dominar a la víctima y someter su voluntad para que lleve a cabo acciones que realmente no quiere hacer.
Amenaza a la integridad física: se trata de un maltrato física en el que la víctima recibe golpes, patadas...
En cuanto al agresor, podríamos decir que por lo general es un niño o niña sin ningún tipo de empatía ni sensibilidad, que presenta más casos de violencia y un bajo rendimiento académico, aunque también se producen casos de alumnos que tienes buenos rendimientos académicos. En la mayoría de los casos, estos niños suelen presentar algún tipo de carencia que intentan ocultar o equilibrar mediante el acoso a otros.
Por su parte, las víctimas de acoso escolar suelen ser niños o niñas más débiles que su agresor, tímidos e inseguros. Las consecuencias del acoso que reciben se ven reflejadas en su rendimiendo académico, así como en sus relaciones sociales y familiares.
Desde mi punto de vista, el acoso escolar es una situación extremadamente grave que es necesario evitar en la medida de lo posible, controlar y solucionar con urgencia. En primer lugar, los padres deben ser muy cuidadosos con lo que les inculcan a sus hijos, ya que cualquier acción que los niños observan en otros, sobre todo si son adultos, lo aprenden y reproducen. Lo mismo ocurre con los contenidos que los niños visualizan en televisión, ya que en muchas ocasiones se muestran escenas violentas y completamente inadeacuadas para los niños. Es por ello que las familias también deben prestar mucha atención a este aspecto. Por otra parte, los profesores también deben estar pendientes de la conducta de sus alumnos, tanto en clase como en los ratos libres y el recreo, ya que muchas conductas de acoso se producen durante el recreo pero son difíciles de captar una vez se encuentran en el aula.
Como conclusión, me gustaría destacar la importancia de inculcar valores a los niños, para que así no incurran en causar sufrimiento a otras personas mediante el acoso escolar u otros delitos. Es de vital importancia que los niños sean educados en el respeto y la tolerancia hacia el resto de personas. De esta manera, reduciremos la posibilidad de que otras personas se vean afectadas por nuestros errores en la educación de nuestros hijos, ya que en muchos casos, las consecuencias de dicho acoso escolar se prolongan, en mayor o menor medida, a lo largo de toda la vida de las víctimas.
En esta entrada quiero compartir una actividad que realicé como respuesta a una práctica de la asignatura de Pedagogía. Esta práctica consistía en crear una actividad para realizar con alumnos de Primaria, en la que tuviesen que participar los padres. De esta manera, el objetivo era incrementar y favorecer la participación de los padres en los centros escolares.
Mi actividad se trata de un taller con padres sobre hábitos alimenticios, en el que padres y alumnos aprenderán sobre este tema colaborando entre ellos. Aquí os dejo la presentación que realicé con la explicación detallada de la actividad:
A pesar de la gran importancia que tiene el papel de las familias en la educación de sus hijos, de la cual ya he hablado en otras entradas, hoy en día la participación de los padres en las actividades y en la organización de los centros escolares es muy baja. Esto se debe a numerosas causas como la falta de información, la falta de motivación, los problemas para compatibilizar horarios y el pensamiento por parte de los padres de que no son útiles en la escuela, entre otras.
Sin embargo, es esencial atajar estos inconvenientes y solucionarlos para conseguir que las familias se impliquen y participen más en los centros escolares, puesto que esto beneficia el aprendizaje de los alumnos y el propio funcionamiento de los centros.
Como práctica de Pedagogía, éstas son las propuestas de mejora que presenté para incremetar la participación de las familias en los centros.
Informar con más detalle a los padres de los alumnos sobre las funciones del Consejo Escolar y el AMPA para que sean conscientes de que no es algo tan técnico como ellos piensan.
Hacerles conscientes de que sí son necesarios y útiles en el centro, ya que son el hilo conductor entre los alumnos y la escuela
Realizar más taller y actividades extraescolares en los que alumnos y padres participen y disfruten juntos, a la vez que los primeros aprenden y los segundos colaboran ese aprendizaje, junto con el tutor o los profesores del alumno.
Realizar algunos de estos talleres en el horario lectivo, y así, fomentar la participación de todas las familias independientemente de su horario laboral ya que algunos talleres se realizarían por las mañanas y otros por las tardes.
Realizar una serie de charlas o conferencias sobre temas interesantes para los alumnos más mayores de Primaria. Se trataría de preparar al menos una de estas charlas en cada trimestre y serían los padres quiénes las darían, contando sus experiencias acerca del tema o dando consejos a los alumnos.
En esta entrada voy a tratar un tema del que se ha hablado mucho en los últimos tiempos ya que, desafortunadamente, es algo a la orden del día en nuestro país. Voy a hablar sobre la denominada "fuga de cerebros".
Esta expresión hace referencia a la emigración, prácticamente forzosa, que tienen que realizar jóvenes recién graduados en sus carreras universitarias hacia otros países en busca de trabajo, debido a la imposibilidad de ejercer en aquello para lo que se han formado en España. Esto es, evidentemente, un grave problema para cualquier país y sobre todo cuando se produce de forma masiva como está ocurriendo en España.
En primer lugar, la marcha de estos jóvenes destruye muchas de las posibilidades de mejora en el futuro. Ya que, sin nuevas generaciones preparadas, considero que el país no podrá reinventarse ni avanzar a la vez que el resto del mundo. Por otra parte, este fenómeno supone también el desaprovechamiento de la inversión económica que se ha hecho en España para la educación de estas generaciones a lo largo de los años. En este sentido, serán los países receptores de esta " fuga de cerebros " quiénes aprovechen los resultados de esta inversión.
En mi opinión, y a pesar de haber hablado de inversión económica en educación, considero que dicha inversión debería ser mayor para reducir la fuga de cerebros. Especialmente pienso que se debería dar mayor importancia a los ámbitos del arte, la musica o la danza, entre otros. A mi parecer, hay muchos talentos desaprovechados en ese sector debido a que no son estudios bien reconocidos. Es decir, en muchas ocasiones los estudiantes temen tomar esos caminos porque piensan, y con razón, que no obtendrán ningún éxito ni reconocimiento por ello. Por lo tanto, pienso que se debería invertir más en estos ámbitos para darles la misma visibilidad de la que gozan otros estudios y carreras universitarias, ya que se trata de la cultura de nuestro país y, como tal, hay que cuidarla e impulsarla. En mi opinión, sería un gran error que esa cultura se viera reducida o eliminada por la marcha de los talentos a otros países donde sí se les tenga en cuenta.
Por último, me gustaría resaltar que la falta de trabajo para muchas carreras universitarias ha provocado también que muchos estudiantes se rijan por la posibilidad de obtener un trabajo en el futuro a la hora de elegir lo que estudiarán en la universidad. De ahí que se haya reducido tanto el número de estudiantes por vocación profesional: se está perdiendo la motivación. Cada vez es mayor la cantidad de personas que renuncian a estudiar aquello que realmente les gusta para optar por algo que creen que sí les dará la opción de trabajar. Personalmente, elegí la carrera de Magisterio porque es el trabajo que siempre me ha gustado y, por ello, no me imagino estudiando otra cosa a pesar de las dificultades que existen hoy en día para acceder a un puesto de trabajo como docente. Por ello, pienso que ningún estudiante debería verse obligado a estudiar algo que no le gusta debido a que sea algo poco valorado en su país.
En esta entrada voy a tratar un tema muy importante hoy en día. Es un tema sobre el que yo, junto con dos compañeras, realizamos un trabajo para la asignatura de Sociología y se trata de cómo afecta la situación generalizada de desempleo de nuestro país en el ámbito de la educación.
Como ya sabemos, desde el inicio de la crisis económica en el 2007 hasta la actualidad, la situación de paro ha aumentado enormemente entre las familias de España. Es una situación verdaderamente preocupante, incluso, habiéndose reducido el porcentaje de parados en los últimos años (26,9% en el 2013 frente al 18% en febrero de este año). Sin embargo, sus consecuencias siguen afectando en gran medida a la población y, especialmente, en el ámbito educativo.
Además de la recopilación de datos que realizamos con este trabajo, también pudimos llevar a cabo una pequeña investigación entrevistando a algunas familias desempleadas, así como a algunos profesores y representantes del Equipo Directo de varios centros. El objetivo de la investigación era averiguar si los datos recogidos tenían su correspondencia en el ámbito social y familiar.
Efectivamente, las respuestas y experiencias que los entrevistados nos dieron se acercaban en gran medida a la información obtenida anteriormente. Debido a la situación de desempleo, la mayoría de las familias sufre dificultades a la hora de comprar todos los materiales que en la escuela se piden, así como en que sus hijos acudan a excursiones dependiendo de su coste y en ofrecerles clases particulares con alguna asignatura. Según esto, las consecuencias del desempleo llegan hasta los alumnos. En el caso de los profesores, su trabajo también se ha dificultado como consecuencia del paro dentro de la educación, ya que poseen una mayor carga de trabajo debido a la disminución de personal, que ha supuesto un aumento de los niños en cada clase y la asunción, por parte de los tutores, del rol de apoyo para ciertos niños con necesidades específicas de aprendizaje. Por lo tanto, el radio de acción del desempleo afecta también a gran parte de los profesores y a los centros escolares. Es decir, si los alumnos tanto como los profesores y centros sufren las consecuencias del desempleo, la propia calidad de la educación se está viendo afectada en prácticamente todas sus partes.
Todo esto me lleva a la reflexión de lo importante que es para un país que todos sus ámbitos se encuentren cubiertos y libres de problemas. Así, cuando alguna de estas partes va mal el resto se ven afectadas y en peligro, como hemos visto en este caso: ya que la crisis puede considerarse algo meramente económico, al igual que el desempleo, pero sus consecuencias se pueden extender a otros ámbitos como el de la educación. Por lo tanto, y como opinión, al empeorarse la calidad de la educación también se está perdiendo la calidad de un país entero, ya que su futuro se encuentra en riesgo.